A más de un año de haberse presentado con bombo y platillo el famoso "vagón rosa" de la línea 2 del metro de Monterrey, parece quedar en el olvido por los usuarios y por las autoridades que lo dejaron a su suerte, cuando parecía ser un proyecto muy próspero.
Por: Jesús Hernández Delgado.
“En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Gobierno estatal inicia hoy el programa Vagón Rosa en la Línea 2 del Metro” eso declaro el director de Metrorrey aquel lejano 8 de marzo de 2018 a lo que parecía ser un proyecto muy próspero y tratando de imitar lo hecho en la Ciudad de México donde esta iniciativa ya tiene mucho tiempo y se lleva a cabo de una gran forma.
Lamentablemente en Monterrey no supieron implementar bien las acciones o simplemente la ciudadanía tampoco ayudo, ya que las mujeres ya ni siquiera lo usan o lo toman en cuenta a la hora de abordar el metro por que el vagón no es respetado y mucho menos cuidado por las autoridades.
El Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey planeaba disminuir los casos de acoso que se dan en el metro con el famoso vagón rosa, pero tal hecho parece que no funciono como debería, aunque se basaron en el mismo sistema que utiliza el metro de la Ciudad de México que ha resultado muy eficiente, al principio no lo era y con el tiempo se fue acoplando en la sociedad hasta que lograron implementarlo de una gran manera.
“Durante el último bimestre de 1970, o sea, poco tiempo después de la inauguración del Metro de la ciudad de México y, debido a la gran cantidad de personas que lo usaban, las mujeres se empezaron a quejar y protestar por la incomodidad de viajar tan apretadas; por lo que se les asignaron 2 vagones, en exclusiva” estos fueron los inicios del vagón rosa en la Ciudad de México, aunque se formalizo a mitad del año 2000, según pública el Gobierno de la Ciudad de México.
El vagón rosa en el Metro de la Ciudad de México tiene casi el total de años de la existencia del mismo metro, desde sus inicios comenzaron con esta propuesta y con el paso del tiempo la fueron perfeccionando, no es algo que se logre de la noche a la mañana, es un proceso que tiene que llevar tiempo y dedicación tanto como por las autoridades como por la sociedad.
Prueba de lo anterior están los registros de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México “En 2018 la agencia de delitos sexuales solo recibió un caso, ocurrido en noviembre en la estación Chabacano; mientras que en 2017 la dependencia registró dos denuncias, ambas ocurridas en las inmediaciones del Metro Universidad; y, en 2016 hubo ocho denuncias por este ilícito, que tuvieron lugar en Universidad, Pantitlán, Constitución de 1917, Tasqueña, Pino Suárez y Juárez” informo la dependencia.
Es de admirar como es que actualmente en la Ciudad de México, existen aplicaciones de la maniobra de separación de hombres y mujeres, se colocan letreros por todas las estaciones de las 12 líneas con la frase alusiva; además de todo el personal de policía asignado al andén, utilizan carteles con apoyo, tipo tripie, para indicar donde comienza la zona que permite subir a los vagones asignados.
Además, no se trata simplemente de una regla la cual tiene el Metro, “Está plasmada en la Ley de Cultura Cívica de la CDMX, por lo que la multa para quienes desacaten esta norma es de 21 a 30 veces el salario mínimo o con arresto de 25 a 36 horas” según el Gobierno de la Ciudad de México.
Con todo esto, ¿entonces quien tiene la culpa?, ¿la sociedad?, ¿las autoridades?, la verdad es que se le debe de dar tiempo de implementación a este vagón rosa en Monterrey, sería bueno que tratara de imitar al movimiento de la CDMX que tiene con esto más de 45 años tratando de erradicar el acoso en este tipo de transporte y que lo ha logrado con el paso de los años y tomando medidas drásticas.
Para lograr esto se necesita apoyo del Gobierno de Nuevo León, pero tener que crear una campaña de conciencia sería una inversión muy grande, lo mejor es ir poco a poco implementando cosas para ir creando conciencia en la sociedad, pero el Gobierno solo no puede crear conciencia a la gente, necesita de toda la gente y que vayan sumando cada vez más a esta nueva línea de conciencia que sería el vagón rosa.
Una historia de tantas.
Claudia Medina es una ciudadana que ha sufrido acoso en el vagón rosa aún en plena hora pico, que es cuando supuestamente hay más elementos de seguridad en la línea 2 del metro, resguardando el mismo vagón rosa, para que ninguna persona del sexo masculino entre en el vagón a menos de ser personas de la tercera edad.
Claudia relata qué un día de muchos, ya que utiliza este medio de transporte todos los días para llegar a su trabajo, así como para llegar a su casa, tomo la precaución de usar el vagón rosa, ya que en días pasados le tocó algún tipo de acoso en los demás vagones cosa que la molesto mucho y optó por utilizar el vagón rosa.
Normalmente Claudia va acompañada de Ulises, su esposo, pero ese día fue la excepción, ya que salió más tarde de su casa que su esposo. Claudia siempre aborda el metro en la estación San Nicolás, que es la más cercana a su casa, y desciende en la estación Padre Mier, en tramo largo de la línea 2 del metro y ese día el trayecto se le hizo eterno.
Claudia paso un mal momento en el vagón rosa, ya que en la estación Universidad se percató que una persona del sexo masculino ingreso al vagón rosa en plena hora pico y para su mala suerte se fue a un costado de ella, “estaba ahí restregándome la cara porque su aliento era insoportable, portaba ropa deportiva, short Nike gris, tenis, calcetón blanco, camisa azul y una maleta de gimnasio”.
Cuenta que llevaba su bolso a un lado, pero cuando se comenzó a llenar el metro la paso al frente por seguridad y civismo. “Y es ahí cuando comienzo a sentir algo sobre mi trasero, en un principio creía que era la maleta del señor, totalmente embarrada en mí y comienzo a moverme hacia un lado y es cuando me doy cuenta de que no era su mochila, si no su aparató reproductor”
El señor insistía en acosar a Claudia, aunque ella se estuviese moviendo y demás, es ahí cuando ella se percata que dos mujeres que venían cerca de ella ven la situación y trata de pedir auxilio, pero nadie la ayudo, nadie hizo nada para poder rescatarla. Entonces ella decide empujarlo, aventar su mochila y pegar su bolsa a manera de barrera para evitar que el acoso se seguía produciendo.
Después de eso la persona se hace a un lado para seguir frotando su aparato reproductor en Claudia. Lo que causa que Claudia se enoje demasiado y busque darle un pisotón con los tacones que ella tenía en estos momentos. Al llegar a Cuauhtémoc, se desocupo un asiento frente a ella y lo tomo, y la persona se coloca en la puerta de enfrente, viéndola a los ojos y de cierta manera retándola y burlándose de ella.
Claudia decidió tomar su celular para informarle a su esposo lo que había pasado y tomo la precaución de tomarle fotos, pero la gente estorbaba para tomar una buena foto. La persona se dio cuenta que trataba de fotografiarlo y comenzó a esconderse y taparse la cara desde la estación Cuauhtémoc a Fundadores que fue donde la persona descendió.
“Me baje en la siguiente estación y levante mi queja, ya estoy compartiendo fotos para quemar a la persona que lo hizo, al enfermo. Siento asco, impotencia, aun siendo al fulano ese cerca de mí y su maldito aroma. En verdad, es la segunda vez en mi vida que me siento vulnerable, indefensa, ultrajada, asqueada, lastimada, dolida y de verdad no se vale”.
Entonces, ¿a quién le creemos?
Andrea Hernández González, una integrante de la Asociación Voces Femeninas de México, que fueron las principales impulsoras de este movimiento del vagón rosa del sistema Metrorrey, de una forma molesta, nos relata que la exclusividad en el vagón rosa del metro se anunció solo para la foto y para que las autoridades quedaran bien con la sociedad al presentar un vagón exclusivo para las mujeres, como forma de evitar el acoso que estas sufrían en este transporte, pero a día de hoy ya no lo respetan y no le dan seguridad.
Andrea agradece que la respuesta del Gobierno Estatal a la solicitud de Voces Femeninas de México fue inmediata pero que hoy en día tienen el proyecto en el olvido, “sí le echaron ganas, tengo que reconocerlo, no puedo decir que no, pusieron letreros, acondicionaron la línea, los andenes, hubo marcas y todo, pero con el tiempo se fueron olvidando de eso y de hecho muchos vagones ya ni siquiera están pintados de rosa como se había propuesto”.
“Desconozco la razón por la que el vagón rosa sólo se implementó en la Línea 2 y en un solo vagón, siendo que extenderlo no requería de mayor inversión y la petición inicial era en ambas líneas, para respetarlo yo creo que es un tema de ir creando cultura e ir implementando las cosas, el primer año era crucial para que se fuera creando la cultura, pero lamentablemente fallamos como sociedad ante un problema real” dijo Andrea.
Por otro lado, las autoridades piensan que no hay ningún problema con el vagón rosa del metro y que todo se lleva a cabo de una buena manera, o al menos eso es lo que menciona el encargado de la estación sendero de la línea 2 del metro, “el espacio es exclusivo para mujeres, niños, adultos mayores y personas con discapacidad, en el que quedaba excluida la presencia de varones, desde las 6:00 a las 9:00 y de las 17:00 a las 20:00 y a lo que nosotros respeta siempre cuidamos los horarios del vagón”.
“Aquí en la estación Sendero sí están los guardias y siempre están alerta desde las 5 de la mañana, pero en las demás estaciones la verdad no sabría decirte, no soy encargado de toda la línea y mucha gente hace lo que le da su gana si no les ponen un alto, ya ni se diga cuando llegas a Cuauhtémoc ya el metro es un desorden y todo mundo va por todos lados” menciono el encargado de la estación sendero.
El encargado menciona que siempre delimitan las áreas, aunque no sean dentro de las horas establecidas para el uso del vagón rosa, para ellos es prioridad dejarlas y que se vaya creando conciencia con el tiempo, cosa que no ha funcionado de una muy buena manera en las demás estaciones de la línea 2 del metro que es donde puede dar servicio el vagón rosa.
“En hora pico siempre existe una soga que se amarra a dos postes plásticos en color naranja y de la cual cuelga un letrero en color rosa que dice exclusivo mujeres y niños, para delimitar la zona de abordaje para el Vagón Rosa, así como siempre hay dos o tres guardias para evitar que los hombres se metan a la zona rosa del metro, a veces cuando hay mucha gente se suelen poner hasta cinco guardias y solo queda uno en la parte baja” explica el encargado de la estación sendero.
Con todo esto, ¿a quién le creemos?, a las autoridades que dicen que está todo bien o las impulsoras del movimiento que ven que su proyecto va en declive.
Las cosas como son.
Lamentablemente para los usuarios no existe una reglamentación oficial para el uso del vagón rosa a pesar de ya tener más de un año de haberse anunciado, o al menos eso es lo que menciona el Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey, pero que si se hace uso de una señalética en donde hace mención a qué el vagón es exclusivo de mujeres, niños pequeños y adultos mayores, en esta misma menciona los horarios en los que está disponible de 6:00 a 9:00 y de 17:00 a 20:00hrs.
Sin embargó, al pedir al Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey la señalética que utilizan para dicho vagón, nos encontramos a qué es una simple y sencilla imagen en color rosa con los horarios, las personas que pueden subir al vagón y el eslogan “yo viajo aquí”, pero al revisar la línea 2 del metro, nos podemos percatar que está señalización no está bien implementada y que sólo en algunas zonas es visible, sin recordar que es una señalización muy pequeña y que no tiene mucho impacto.
Tras una investigación, se encontró que, desde septiembre del 2017 hasta septiembre del 2019, un promedio de 4,576,000 personas utilizan solamente la línea 2 del metro, que es la línea en dónde se implementó el famosos vagón rosa para el uso exclusivo de las mujeres, sin embargó no se contó con la información para saber con exactitud cuántas mujeres utilizan este transporte público en promedio.
Lo que sí se pudo saber con exactitud es cuánto dinero se invirtió en el proyecto de “vagón rosa” a lo cual el Metrorrey respondió que, en marzo de 2018, fecha cuando se inauguró con grande reflectores el proyecto, se invirtió la cantidad de $361,397.73 pesos mexicanos.
Aquí es donde entra la pregunta, ¿Se ve reflejada esa inversión en el proyecto? cuando solamente forraron varios vagones, que ya tenían en la línea 2, de color rosa e implementaron la famosa “señalética” cómo ellos le llaman a unas simples imágenes pegadas en una que otra parte de las estaciones de la línea 2, por qué fuera de eso no se ve alguna otra inversión que se haya realizado en el vagón rosa y ahí queda la duda si ese dinero fue utilizado en su totalidad para el uso del transporte.
El Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey menciona que la seguridad en el vagón rosa para ellos siempre va a ser esencial y que según sus estadísticas cuentan con 219 elementos de seguridad actualmente y que en promedio desde al año 2017 han contado con 226 elementos de seguridad para todo el metro, incluyendo la línea 1 y la línea 2 y que estos están dispersos en todas las estaciones de dicho transporte público.
Sin embargó, al realizar un desglose de los elementos de seguridad en las distintas líneas de metro se encontró que la línea 2 es la más descuidada y la que menos elementos de seguridad tiene aún y con el vagón rosa que es exclusivo de esta línea de metro. La línea 2 cuenta con 77 elementos de seguridad desde el año 2017 hasta el tiempo actual en 2019.
Metrorrey aclara que los elementos de seguridad destinados al vagón rosa diariamente son de 33 suena un número alto, pero si este número lo dividimos en las 13 estaciones que tiene la línea 2 del metro nos da un resultado de 2 o tal vez 3 elementos de seguridad por estación para resguardar el vagón rosa, ¿en verdad son suficientes para resguardar el vagón de miles y miles de personas que lo usan diariamente? ahí queda la duda, que muchas veces surgen más al no ver a ningún elemento de seguridad cuidando el vagón.
También se pudo encontrar algo sumamente curioso y de suma importancia en cuanto al vagón rosa se refiere, ya que en los casos de denuncia en cuanto al acoso a las mujeres se refiere, han ido en aumento, por más increíble que parezca es así, ya que por información oficial de Metrorrey los casos de “usuarios remetidos por atentados al pudor”, cómo ellos lo hacen llamar, desde el mes de enero de 2017 hasta marzo de 2018, fecha en la que se inauguró el vagón rosa, fueron un total de 47 y desde esa fecha hasta septiembre de 2019 han sido reportados 49 casos.
Es algo increíble y de tomar mucha conciencia como es que, aún con el uso del vagón rosa han sido más los casos de acoso, aunque cabe recalcar que antes de su inauguración este tipo de casos existían mínimo uno por mes y con la llegada del vagón rosa hay meses en los que no existen registros aunque eso no quiere decir que no hayan existido casos de “usuarios remetidos por atentados al pudor”, por qué en algunos meses algunos casos se van hasta los cielos con 6 u 8 casos de este tipo.
Sin duda estadísticas para reflexionar del uso de este vagón y como es que no se respeta, no se le da difusión a pesar de invertir mucho dinero según el Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey y como es que han ido en aumento los casos de acoso en lugar de ir a la baja o mínimo igualar los datos anteriores, pero no, algo preocupante y que es trabajo de todos cambiar estás estadísticas, tanto gobierno como ciudadanos.
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