Las esponjas vegetales nos sirven para exfoliar la piel, eliminar células muertas o estimular la circulación.
Las luffas o esponjas vegetales pertenecen a la familia de las Cucurbitaceae o calabazas, junto con sus primos algo lejanas: calabazas, sandías, pepinos, melones y calabazas de cáscara dura. Es también conocida como loofa o loofah.
Son resistentes a la suciedad, no son abrasivas y se usan para lavar el cuerpo, los platos, el suelo o el coche.
Puede usarlas enteras, cortar secciones planas de la capa exterior para almohadillas de fregado. En algunas zonas, la fibra seca la utilizan para fabricar filtros, plantillas, manteles de mesa, sandalias y otros productos.
Los artesanos usan rebanadas de la esponja seca en los jabones para crear bonitas rondas de jabón todo en uno. Los dermatólogos recomiendan dejar secar bien después de su uso y reemplazarla después de tres semanas.
Para mantenerla libre de gérmenes es necesario humedecerla con agua con un poco de lejía, una vez a la semana y después dejar secar bien.
En muchas partes del mundo, las flores y frutas muy jóvenes las utilizan en la cocina, para preparar ensaladas, sopas, guisos, frutas o salteadas y hasta en empanadas.
Con Información de EcoInventos.
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